Por qué el velcro es ideal para calzado ortopédico y diario

Todos sabemos la facilidad que nos confiere el velcro a la hora de poner y quitar nuestro calzado, pero hay mucho más que destacar.
El sistema de cierre por velcro consiste en la unión de dos tiras textiles que se adhieren entre sí al entrar en contacto. Su mayor ventaja es el ajuste de las tiras al milímetro, lo que permite un nivel de sujeción personalizado y una manipulación sin esfuerzo.
Especialmente en las sandalias, el velcro se integra en el diseño, permitiendo graduar totalmente la anchura del zapato según la necesidad del pie. Según el modelo, puede colocarse en distintas zonas: dedos, empeine, tobillo o talón. El resultado es un calzado más cómodo, adaptable y libre de rozaduras.

Cómo influye el diseño con velcro en la comodidad del usuario

Observando los modelos en la imagen (de izquierda a derecha), se aprecian claramente las distintas zonas de sujeción con velcro:

  • Primer y tercer modelo: El velcro forma parte estructural del diseño. En la primera sandalia, hay velcro en los dedos y el tobillo. En la tercera, se combina en dedos, parte alta del empeine y una tira trasera que conecta con la tira superior.

  • Segundo y cuarto modelo: El cierre se ubica en el empeine. Esto aporta seguridad y firmeza, ajustándose fácilmente según si el empeine es alto o bajo. Así, se evitan molestias o que el calzado quede flojo.

Este sistema permite adaptar el calzado a distintas morfologías del pie sin sacrificar la estética.

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